Buenaventura debe llegar a buen puerto

Buenaventura ha sido una de las ciudades más pobres y violentas del país, arrinconada por bandas criminales, narcotráfico, guerrilla, paramilitarismo, entre otros flagelos.
¿Cómo enfrentó el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos esta extrema situación para superar la crisis, en un trabajo conjunto entre el Estado y los bonaverenses?


Alfonso Prada


Buenaventura es uno de los ocho distritos legalmente constituidos en el país (Distrito Especial, Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico), con más de 400 mil habitantes y un presupuesto anual en ejecución de $584 mil millones de pesos.

Esta maravillosa ciudad, se encuentra ubicada en el pacífico colombiano, uno de los cinco pulmones del mundo y cuenta con uno de los 10 puertos más importantes de América Latina por su ubicación geográfica estratégica para el comercio mundial, está cerca de las principales rutas marítimas que atraviesan el planeta, siendo un punto concentrador y de transbordo de los barcos de gran porte, movilizando anualmente cerca del 60% de la mercancía que entra y sale de Colombia, con un presupuesto aproximado de $12 mil millones de dólares. Es el punto de mayor recaudo de impuestos para la DIAN -$6,3 billones de pesos anuales de los $21 billones que se recaudan a nivel nacional-, por encima de otros puertos como Cartagena o Barranquilla, y transporta alrededor de 22 millones de toneladas de carga y más de 1 millón de contenedores al año.

Buenaventura tiene un potencial y riqueza inigualable, atrae con sus hermosos lugares de fauna y flora, basta con visitar las playas de Piangüita (eco-parque de las Iguanas verdes), Juanchaco, Ladrillero o Bahía Málaga y la Isla de Malpelo, clásica por el avistamiento de Ballenas; ha sido la cuna de personajes de gran importancia nacional e internacional como Freddy Rincón o el “El tren” Valencia en el fútbol; Raúl Cuero, investigador de la Nasa y uno de los más grandes científicos del mundo; Betty Garcés, una de las mejores soprano líricas del mundo; del Maestro Petronio Álvarez, músico, poeta e inspirador colombiano, y en quien a su honor se celebra el Festival de Música del Pacífico que lleva su nombre; de Yuri Buenaventura, quien obtuvo cinco discos de oro en Europa y título de caballero de las artes y las letras en Francia, o ni que hablar de Fernando Montoya, bailarín y solista del Royal Ballet de Londres, descrito por la BBC como el Billy Elliot colombiano, personaje del año en los premios Lukas de dicha ciudad.

Sin embargo, y en contraste con estas grandes maravillas y su amplio aporte la economía, Buenaventura también ha estado marcada históricamente por el abandono del Estado, que generó retraso en la inversión social. Tiene apenas una cobertura del 76% en acueducto y 60% en alcantarillado, 22% en educación media y delicadas deficiencias en la prestación de servicios de salud. Los indicadores socioeconómicos, según el DANE, están por debajo de la media nacional, toda vez que las necesidades básicas insatisfechas se encuentran en un 36%, con un índice de pobreza multidimensional (IPM) del 66%, muy por encima de la media nacional que está en 49%, y una tasa de desempleo del 18% según el DANE o del 40% según la Cámara de Comercio de Buenaventura.

Una ciudad en la que desde los años 90 reinaron los grupos armados ilegales (GAI), las bandas criminales de narcotraficantes, la guerrilla de las FARC y grupos paramilitares, desataron una ola de violencia por el control del territorio y las rutas de narcotráfico, enmarcada en masacres, desplazamientos, secuestros y hasta las mal llamadas “casas de pique”, una estrategia sistemática de terrorrismo que tuvo su pico más alto de violencia entre el 2000 y el 2003, según documenta el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y la Defensoría del Pueblo, “(…) el 76,9 % de las masacres se concentraron en un lapso de cuatro años, periodo denominado “el arribo paramilitar” o “la época de las mil muertes” (CNMH, 2015, p.228), “lo anterior sin mencionar, incontables asesinatos selectivos, y numerosos vejámenes en contra de las comunidades de Buenaventura”

Adicionalmente, como lo manifestó el Director de Planeación del Departamento del Valle del Cauca, Buenaventura es uno de los municipios endedudados por los llamados ‘Bonos Agua’ o ‘Bonos Carrasquilla’ por un valor cercano a los $43 mil millones de pesos, destinados para realizar obras de acueducto y alcantarillado que no se realizaron y que la ciudad actualmente se encuentra pagando con recursos de regalías y un interés del 11%.

Y como si lo anterior fuera poco, el flagelo de la corrupción también se ha hecho presente, en los últimos siete años cuatro alcaldes han sido detenidos de manera consecutiva por esta razón.

En todo este escenario, ¿Cómo enfrenta el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos esta extrema situación para superar la crisis, en un trabajo conjunto entre el Estado y los bonaverenses?

Recibimos la orden todos los funcionarios del equipo del Gobierno Santos de trabajar por el pacífico colombiano, dispuso desplegar una serie de acciones que condujeron a la presencia fuerte y decidida del Estado en la ciudad, logrando materializar la mayor inversión social hecha históricamente en Buenaventura por parte de un Gobierno Nacional, que además tuvo un trabajo conjunto de diálogo social con la comunidad.

Entre tanto, y ante la difícil situación de violencia e inseguridad, la ciudad fue intervenida además con un fuerte incremento en el pie de fuerza en más de 780 policías e infantes de marina y con un seguimiento permanente y riguroso en consejos de seguridad, que condujo a la ciudad para el año 2017 a disminuir la tasa de homicidios en un 68% con relación al año 2016, así como a mejorar la percepción de seguridad de los bonaverenses.

De igual manera, se dió inicio a estrategias de cooperación internacional como la suscripción de la “Alianza del Pacífico” en la que se promueven negocios, se fortalece la competitividad, se brindan becas para estudio, se promueve el turismo, entre otros; así como la creación del “Plan Todos Somos PAZcífico” que con recursos por $400 millones de dólares para la región, ha venido atendiendo a la ciudad de Buenaventura y al Pacífico, con el objetivo de la financiar y/o invertir en las necesidades más urgentes que promueven el desarrollo integral, impulsando varias obras que mejorarán la oferta estatal de servicios públicos como el agua y alcantarillado, energización y conectividad de transporte (Acuapista).

Mejoradas las condiciones de seguridad y con la firma de los Acuerdos de Paz suscritos con la guerrilla de las FARC (Diciembre 2016), vendría para Buenaventura un nuevo horizonte que daría lugar a que los bonaverenses cambiaran el lenguaje histórico de violencia y muerte que los acompañaba, por el del diálogo social que les permitiría alzar su voz y  el ejercer su derecho a reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. A pesar de que no fue fácil la construcción de confianza después de tanta frustración y riesgos, el Gobierno del Presidente Santos reconoció en el diálogo, la participación ciudadana y la protesta social, una vía legítima para construir consensos y planear conjuntamente el futuro.

En mayo del año 2017 se dió en Buenaventura la movilización que duró 22 días, sus líderes reconocían los avances hechos por el Gobierno, pero demandaban mayor atención ante el rezago tan alto en inversión social que habían sufrido por años.

Por instrucciones del Presidente Santos , días antes de iniciar el Paro, estuve personalmente acompañado de un equipo de Ministros y altos funcionarios del Gobierno Nacional en lo que sería el inicio de un diálogo permanente con la comunidad, liderado sin tregua por los Ministros Murillo de Ambiente y Rivera del Interior, en coordinación permanente con el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, que concluyó en la suscripción de unos compromisos de la Nación dirigidos principalmente a mejorar los temas de salud, educación, vivienda, agua y alcantarillado.

Producto de esto y del seguimiento permanente en mesas de trabajo con la comunidad, se logró al cierre del Gobierno del Presidente Santos, un avance cercano al 34% de los compromisos (en un periodo de 14 meses), sancionando por ejemplo la ley 1872 de 2017, por medio de la cual se crea un Fondo para el Desarrollo Integral del Distrito Especial con Patrimonio Autónomo para la ciudad de Buenaventura, que garantizará la ejecución de un plan especial de desarrollo por 10 años, con el objetivo de cerrar las brechas en los sectores mencionados y en los de servicios públicos, medio ambiente, ordenación, apropiación, y conservación territorial, cultura, recreación y productividad, acceso a la justicia, derechos humanos, derechos laborales, protección, reparación integral a las víctimas del conflicto armado, y con énfasis en la reactivación de las actividades económicas ancestrales. La Junta Directiva de este Fondo de Buenaventura fue instalada por el actual Gobierno del Presidente Duque el pasado 18 de octubre.

Los proyectos, programas y obras prioritarias fueron calculadas en un billón y medio de pesos ($1,5 billones), su ruta y financiación quedaron definidas por el Gobierno Santos y actualmente se encuentran en ejecución.

De darse cumplimiento a los acuerdos pactados, Buenaventura podrá, por ejemplo, tener servicio continuo de acueducto, pasando de 7 a 18 horas diarias para el 2019, y a 24 horas al día en 3 a 4 años; seguirá descendiendo en las cifras de inseguridad y violencia, pues para marzo de este año 2018 se encontraba ya muy por debajo del promedio nacional en la tasa de homicidios, que incluso para la época resultaba también ser la mas baja que hemos tenido a nivel nacional en más de 40 años, además de registrar otros indicadores positivos como hurto, secuestro y extorsión que disminuyeron en más del 60% con relación al 2017.

Hoy por hoy, el New York Times invita a los ciudadanos del mundo a visitar Buenaventura, y la UNESCO la reconoce como una ciudad exótica en gastronomía, convirtiéndola en miembro de la red de ciudades creativas en el 2017, lo cual se erige como un eje de desarrollo sostenible y de gran interés para el Gobierno actual con la economía naranja.

De seguir así, Buenaventura logrará superar las brechas que históricamente la han rezagado. Invito a cumplir y a respetar los acuerdos que fueron construidos con la representación de las fuerzas vivas de la ciudad, la comunidad, el Gobierno local, departamental, entes de control, particularmente la Procuraduría, y el Gobierno Nacional.